A pesar de las heladas, con su frío intenso, el bosque sigue igual de vivo. Hojas caídas que darán alimento al propio árbol que las produjo, bacterias, gusanos, vertebrados e invertebrados.
Con la caída de las hojas de los robles destacan los liquenes sobre el suelo, las ramas, los troncos; de todas formas y tamaños: filiformes, trompetudos, ramosos, palmeados...
Así mismo; troncos, ramas y suelo están tapizados de musgos de tonos verdes amarillentos, verdes vivos, verdes rojizos.
Las setas protegidas por la pinaza resisten el intenso frío, algunas ya congeladas, otras a punto de estarlo.
Negrillas, amanitas, rúsulas...
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