domingo, 25 de noviembre de 2007

ESE GÉNERO DE VIOLENCIA

No sé hasta que punto se puede incidir en la llamada violencia de género. Es verdad que es violencia de género másculino de lo que estamos hablando pero yo la llamaría sobre todo violencia de pareja. Y en la pareja, evidentemente, la persona de menos fuerza física es la mujer y en caso de conflicto es la que lleva la peor parte.
No acabo de entender los motivos que hacen que la vida de tantas mujeres acabe en las manos de tantos hombres.
Desde luego no todos los casos son iguales.
-Creo que, sobre todo, el problema es nuestra crispada sociedad. ¿Por qué, ante un conflicto, se recurre a la violencia con desenlace mortal y, en muchos casos, además, con premeditación? ¿Es un problema de valores? (en tan poco valoramos la vida de los demás), ¿ausencia de castigo a ese acto delictivo? (una vida cuesta muy poco).
-En muchos casos es el punto final de un proceso de separación solicitado por la mujer. Y aquí, y de ninguna manera yo voy a justificar la violencia, pero, en cierta manera, las leyes que intentan favorecer a la mujer, evidentemente, están perjudicando al hombre. No debería haber leyes asimétricamente protectoras de nadie, sino justas. Creo que cuando una relación se acaba, aparte de los sentimientos, los bienes de deberían repartir como si de una sociedad económica se tratase: lo que pertenecía a cada uno para él y lo común a partes iguales, y si es indivisible se vende y se reparte el dinero.
En nuestra sociedad, en la que niño o niña tiene los mismos derechos y oportunidades, de ninguna manera debería haber privilegios, pues las mujeres tienen las mismas posibilidades de trabajo y, por tanto, no tienen por qué estar protegidas.
Curiosamente se dan casos en el que el agresor homicida es un hombre de más de 60 o 70 años en proceso de separación y puede que aquí la mujer no haya tenido esas oportunidades de las que ahora gozamos. Pero yo me pregunto que sentiríamos cada uno de nosotros, si al final de tu vida te dicen que debes irte de casa, que ya no tienes nada (en la mayoría de los casos no tienes nada más).
-Evidentemente también hay un componente cultural machista (la maté porque era mía). Incluso cuando la relación había sido muy corta, o sólo una pretendida relación. En muchos de estos casos el hombre se suicida. ¿Qué puede impulsar a una persona a quitarse la vida habiendo matado a otra previamente? Un sentimiento muy grande de frustración, una obsesión extrema.
-Y por otra parte no podemos decir que los hombres sean peores personas que las mujeres. La bondad o maldad no va unida al sexo pues el egoísmo, el chantaje, el maltrato psicológico o incluso físico se reparten por igual.

Por todo esto, yo la llamo ese género de violencia y creo que no estaría de más que las leyes contribuyeran a disipar la crispación y, por supuesto, la formación personal (autovaloración, sentido de la dignidad, respeto por los demás) sería fundamental; y digo formación y no digo la educación para no hacer como los políticos que todo lo arreglan echándole las culpas a la escuela.

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